jueves, 26 de mayo de 2011

LA MIERDA DEL AGUJERO

No, esto no va a tratar de ojetes ni de cosas marranas, así que los que lo estén leyendo por eso que pasen la página, porque aquí vamos a exponer un tema científico, tan del gusto de los millones de lectores de Do It’zine!, en el que vamos a desvelar un secreto que las naciones no quieren que sepamos. Otro secreto. ¿A que parecía que lo sabíamos todo? ¡Pues no, malditos ignorantes!
Sin más preámbulos, el artículo de hoy trata sobre el medio ambiente. ¡Nuestro tan castigado medio ambiente! Con el agujero de la capa de ozono ése que nos han contado desde chiquitines en el cole (de ahí el título de más arriba...). El agujero. Anda que vaya nombre, pero bueno.
Desde hace unos años, nos vienen comiendo el seso diciendo que hay un agujero por la zona de la Antártida, que están entrando rayos ultravioletas en la atmósfera y que no usemos laca. Porque todo se resume en la laca. No se prohibió el consumo de gasolina, ni de carbón, ni refinerías, ni gaitas... sólo se prohibió el uso indebido de aerosol, de los sprays. Al final la culpa del agujero la van a tener los pobres peluqueros.
Pues desde aquí vamos a desmontar toda la maraña propagandística de los estados. ¡A joderse, malditos burócratas! Supongo que todos recordaréis los hechos del atolón de Mururoa, hace unos años. Para los que no lo recuerden, lo haré yo: durante la década de los 90, que el supuesto desarme nuclear de los estados no había comenzado y aún estaba el planeta asediado por la sombra de la guerra fría, los estados seguían realizando experimentos nucleares y pruebas atómicas. Y Francia no iba a ser menos. De entre todos los experimentos, salió a la luz uno en concreto, en el atolón de Mururoa, en el Pacífico sur. Un atolón es una formación de islas, como un archipiélago, pero en formación circular y de origen volcánico. Visto desde arriba, es un volcán que sólo sobresale del mar por determinados sitios, que forman islas.
Pues en este atolón de los cojones, Francia realizó una serie de pepinazos atómicos, cuyo resultado fue el hundimiento casi total de lo que allí había. Animales, flora, etc. se fueron al carajo. Los ecologistas, que por una vez han hecho bien su trabajo, descubrieron el pastel a la prensa y todo el mundo se echó encima del señor Chirac.
Desde entonces, existe ese agujero en la capa y las naciones ¿han dejado de realizar pruebas atómicas? La versión oficial de los estados dice que se han desmilitarizado, porque ello está prohibido por la Carta de Naciones Unidas y los Tratados Internacionales.
Partiendo de esto y que el agujero de la capa de ozono se halla en la Antártida, ¿no es un poco sospechoso? ¿No es raro que todos los países del mundo se hayan puesto de acuerdo en un tema precisamente tan espinoso como éste?
A pesar de que no existen pruebas para demostrar lo que voy a decir a continuación, ¡las pruebas nucleares las siguen realizando en la Antártida! Pensemos un poco. ¿Por qué enviar continuamente científicos allá si sabemos que lo único que hay es hielo? ¿Por qué el agujero en el ozono está precisamente en la zona menos contaminada del planeta, cuando debería ser al revés?
Los gobiernos se esfuerzan en una campaña pro Amazonas y anti gases, pero lo cierto es que ni el talar unos arbolitos ni conducir unos cochecitos ha abierto un socavón tan inmenso en nuestra atmósfera ni derretido los polos. ¿A qué ahora sí que tendría sentido que subiera el nivel del mar? Claro, los cebollazos atómicos están derritiendo el polo sur. ¡Ahora le veo sentido al calentamiento! Y los maremotos que están sucediendo en esa zona, y los icebergs, y el calentamiento del polo sur.
Señores, ya no engañan a nadie. Por favor, reconozcan que son ustedes los que están destruyendo el planeta y déjennos vivir en paz con nuestra inofensiva contaminación. Si yo no puedo conducir mi coche porque contamina, ¿por qué siguen ustedes lanzando esas bombas? Pacto por pacto, señores. Seriedad.

1 comentaris:

anrhick dijo...

Seguro que la iniciativa Dharma anda detrás de todo esto...

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