jueves, 26 de mayo de 2011

Los inventos de Do it!: Hoy, momificando a Chávez



Como todos sabeis una de las costumbres más arraigadas en la historia de la humanidad es la de embalsamar a los que ya no están con nosotros. Los chinos, lo hacían, los egipcios, desde luego –eran los reyes- e incluso los comunistas. ¿Qué? ¿Qué los comunistas no? Yo no estaria tan seguro. Si vais por Moscú aún podeis ver a Lenin que sigue en la misma postura que la palmó. Mierda. A los españoles nunca se nos ocurrió. Podíamos haber hecho lo mismo con Pablo Iglesias, o con Franco –quedaría super mono en la puerta del congreso entre León y León-.
Pues de esta forma, en los inventos de Do it! nos proponemos acabar con esta indecencia nacional donde ni tenemos momias ni na de na.
Hay un sistema muy español para hacerlo. Analicemos. Una momia no es más que un trozo de carne seca que más o menos resiste el paso del tiempo. En nuestro país tenemos varios objetos que responderían a eso como por ejemplo el jamón, que una vez salado podría aguantar mucho tiempo, y el bacalao, nuestro apreciado sushi estatal, pero que aguanta un poco menos. Por ello decidiremos pues, que la curación del jamón sea nuestro punto de partida.
Vamos a ver. Digamos que hay alguien digno de enbalsamar, alguien a quien no querriamos perder de vista, alguien que da alegria a nuestras vidas y no queremos perder. Por ejemplo, el amigo Chávez que tantas alegrias y buen trato da a su pueblo. Pongamos pues que, por una de esas del destino nuestro presidente de Venezuela, deja este mundo vil y queremos tenerlo en casa como rascador o perchero. Entonces seguiremos los siguientes pasos:
  1. Cogemos a nuestra pieza presidencial y la embadurnamos bien con sal, que nada quede sin salar. Debemos poner una capa de sal gorda y a continuación otra de sal fina una y otra vez. Cabe decir que antes de esto deberiamos haber rapado a Chávez, ya que sinó esa parte de la cabeza, no la podríamos salar, y nos sobraría, en este caso, casi un 50% del sujeto sin salar.
  2. Una vez salado le atamos una cuerda y lo colgamos en una bodega (si puede ser un subterraneo mejor) para que vaya cogiendo colorcillo jamonil y lo dejamos ahí tres días.
  3. Pasados esos tres días lo descolgamos y volvemos con lo del salado igual qe antes y otros tres días.
  4. Así iremos sucesivamente hasta que pasen unos cuatro meses cuando ya tendremos a nuestro amigo listo para exhibir.

Creemos que este metodo nuevo de Do it! será la novedad del próximo salón del taxidermista de Copenhague donde seremos la gran atracción.
Terroríficos saludos.

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